VILLAHERMOSA (CONTRASTE POLÍTICO).- La mañana del lunes 4 de julio, cuando el autobús en que viajaba hacia la Ciudad de México, procedente de Cancún, hizo escala en esta ciudad, el joven Pedro Misael “N”, 20 años, sin bajar su maleta, descendió y salió a las calles de Villahermosa, por donde lo vieron deambular descalzo y en playera, luego desapareció.
Tuvo que venir su familia a buscarlo, pero siete días después apareció ahogado en el rio Grijalva, a unos tres kilómetros de esta capital.
Hasta el lunes por la mañana en que desapareció, el joven quien trabajaba como mariachi, mantuvoz comunicación por whatsapp con su madre Rosa Ivette Rincón, quien estaba pendiente de él, pues lo recogería en la terminal TAPO. Su hijo todavía le envió una fotografía desde su asiento en el autobús.
En uno de los últimos mensajes que su hijo le envió le decía que aún no salía de Villahermosa, pues el autobús se tardaba. Luego ya no respondió ni las llamadas.
Pero por la tarde, recibió un mensaje de Whatsapp de parte del pastor del templo de la Iglesia Universal del Reino de Dios –inmueble ubicado en la avenida Gregorio Méndez, en el centro de Villahermosa-, quien le comunicaba que Pedro Misael, había dejado sus pertenencias en ese templo – un teléfono, cargador, llaves y su identificación–, y se había marchado.
La familia del joven mariachi, encabezada por su madre Rosy Rincón, al recibir el aviso del pastor de la Iglesia, donde dejó sus pertenencias, viajó a esta ciudad e inició la desesperada búsqueda, hasta que recibieron la fatal noticia por parte de la Fiscalía General del Estado de Tabasco (FGET).
Al pastor de la iglesia Reino de Dios, Anderson Guimaraes solo le dijo que “ahorita regresaba y salió corriendo”, sin que volviera. Las pertenencias las recogieron sus padres que acudieron a buscarlas.
SIN PROTOCOLOS Y NEGLIGENCIA DE POLICIAS PREVENTIVOS
Por fotos que le fueron tomadas y subidas a redes sociales, se conoció que el joven deambuló descalzo y en playera por la ciudad, y que la policía sólo lo interceptó e interrogó, pero los patrulleros no hicieron nada más.
La afligida madre lamenta el negligente proceder de los elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco (SSPCT), pues al detenerlo para interrogarlo, no fueron capaces de “llamar a una ambulancia y decirles que el muchacho se veía mal, o llamar a su familia”. No tienen protocolos de intervención para atender este tipo de casos. ¿Para qué sirven?, cuestionó impotente la señora Rosa Ivette.
Durante el periplo que día y noche realizó su familia por las calles del primer cuadro de Villahermosa –donde fue visto por varias personas– observaron que un indigente vestía la camiseta de Pedro Misael, misma que portaba cuando viajaba de Cancún hacia la Ciudad de México. Al interrogar al menesteroso les respondió que la prenda la había encontrado tirada.
Sin embargo, aunque la familia ha identificado el cuerpo, vestimenta y parte del tatuaje –el rostro esta irreconocible por los días que llevaba en el Río Grijalva y los peces desfiguraron–, la Fiscalía General de Justicia (FGET), les entregará los restos hasta contar con los resultados del laboratorio de Genética, que tardan alrededor de 12 días.
La Fiscalía indicó que “por las condiciones en que fue hallado, no es posible hacer un reconocimiento pleno de forma inmediata”.
Para poder sobrevivir en la ciudad, mientras la Fiscalía resuelve la entrega del cuerpo del hijo, los padres han convocado a la solidaridad de la población, para que les apoyen para sostenerse en tanto reciben los restos y regresarlo a la Ciudad de México.
El domingo 1 de julio, la Fiscalía de de Tabasco boletinó que mantenía una “búsqueda exhaustiva” del joven Pedro Misael Ramírez Rincón, por quien se activaron los protocolos pertinentes desde el pasado 5 de julio, inmediatamente después de que se presentara una denuncia en la Fiscalía Especializada para la Búsqueda de Personas Desaparecidas, en Villahermosa.
Con respeto a sus derechos humanos y la colaboración de sus familiares, esta autoridad ha dado seguimiento a las investigaciones durante los últimos días, efectuando distintas diligencias de campo e investigación de gabinete, con el único propósito de salvaguardar la integridad de la víctima.
La FGET resaltó que “ante el hallazgo del cuerpo sin vida de un masculino, la mañana de este domingo en el río Grijalva a la altura de la ranchería La Manga segunda sección del municipio de Centro, se cumplió con el debido levantamiento del mismo y se practican las pruebas periciales para lograr su identificación”.
En razón de ello y para dar cumplimiento a los protocolos, se solicitó una muestra de ADN a familiares del joven Pedro Misael, para hacer el comparativo con lo que se recopile del cuerpo hallado este día.
“Dicho procesamiento, que se practica en el Laboratorio de Genética de esta FGE, se estima que dé un resultado en un plazo de hasta 12 días; por lo que se apela a la comprensión de familiares a fin de que se pueda brindar una respuesta científicamente sustentada y que dé certeza de la identidad del cuerpo”.
El único resultado que hasta ahora tiene la Fiscalía del estado es que el joven pereció ahogado, pues no se le encontraron lesiones de arma de fuego, arma blanca o por otro elemento, que la hayan producido la muerte. La necropsia estima que llevaba “de tres a seis días” de ahogado.
Pero, la FGET aún ignora la forma en que pudo haber llegado hasta el caudal del rio Grijalva, pues aún no tiene el reporte de las videocámaras de vigilancia en esta ciudad del C4 de la SSPCT.
Las autoridades tampoco tienen el testimonio del chofer del autobús donde viajaba Pedro Misael, ni de la empresa Autobús de Oriente (ADO), para conocer esa parte donde inicia todo el caso.
–¿O algo pasó en el camión o él ya venía mal. O qué le hicieron, por qué se baja así?,. cuestiona la adolorida madre, quien relata que también el ADO aún tiene el equipaje que era del joven viajero.
El autobús ADO en que viajó Pedro Misael, salió de Cancun a las 15.30 horas del domingo 3 de julio, ocupando el asiento 39 de la corrida número 1460733, que tuvo un costo de 1,892 pesos, y que el joven pagó con su tarjeta de débito.