CIUDAD DE MÉXICO(CONTRASTE POLÍTICO).- Reportes de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), vuelven a revelar los presuntos vínculos del gobierno de Tabasco —desde que estaba Adán Augusto Lopez Hernández— con la delincuencia organizada que opera en la entidad.
Los informes confidenciales proviene del Centros Regionales de Fusión de Inteligencia (Cerfi), donde agentes de la Sedena, de la Secretaría de Marina (Semar), de la Guardia Nacional (GN), de la Fiscalía General de la República (FGR) y del CNI operan poderosas herramientas de intervención.
En el país laboran cinco CERFIS, uno de ellos en el sureste -ubicado en Coatzacoalcos– y todos están bajo las órdenes de Luis Rubén Sandoval Medina, hijo del titular de la Sedena, que dirige el Centro Nacional de Fusión de Inteligencia (CENFI).
Al frente del Cenfi, Luis Rubén Sandoval Medina recibió decenas de informes de Cerfi Sureste sobre Benjamín Mollinedo Montiel, “El Pantera” (detenido), líder de un grupo criminal derivado de Los Zetas en la zona norte del estado de Tabasco, y objetivo prioritario del gobierno federal en la región. Su hermano Felipe, quedó como su sucesor.
En la edición 2425 del semanario Proceso se publican los documentos confidenciales del CENFI, hackeados por Guacamayas Leak, que mencionan que de acuerdo con los informes, Mollinedo encabezaba una red dedicada al tráfico de drogas, al robo de combustible de Pemex y al tráfico de migrantes.
Durante meses, el Cenfi recibió informes que identificaban, con base en intervenciones de comunicaciones, las presuntas redes criminales de Mollinedo en Tabasco.
Estas redes incluían a Hernán Bermúdez Requena, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del estado de Tabasco, así como su asesor Carlos Tomás Díaz Rodríguez y José del Carmen Castillo, comisionado de la Policía Estatal; los tres altos funcionarios fueron nombrados por Adán Augusto López Hernández, el actual secretario de Gobernación, cuando era gobernador de Tabasco.
Un informe de mayo de 2021 transcribió, con anotaciones, el contenido de una conversación telefónica de un delincuente de la región, llamado Samuel Paz González -o Toro-, interceptada el 13de diciembre de 2020.
Según el informe, Toro dijo que Mollinedo «está con el gobierno, está con el gobernador (quizá Adán Augusto López Hernández, gobernador de Tabasco),eso me dijo la última vez, de hecho el titular del estado le ofreció una gratificación a cambio de un jale, me lo están poniendo y le vamos a romper su madre…’ (en referencia a Kalimba)», apodo de un delincuente de nombre Andrés Rodríguez Vasconcelos.
El Kalimba fue emboscado en la carretera a la Ranchería Pejelagartero, Huimanguillo, cuando iba a bordo de su Ford Mustang azul, con su lugarteniente, a quien dejaron muerto en el vehículo y el cuerpo de Andres Rodriguez se llevaron para descuartizarlo.
El mismo día, según el informe de inteligencia, «personal del CNI, Sedena y Semar en este Centro de fusión» obtuvo información según la cual Kalimba, fue asesinado —4 de diciembre del 2020– «con apoyo de los oficiales por órdenes del gobernador, (quizá se refieran a Adán Augusto López Hernández, gobernador de Tabasco)».
En ambos párrafos las anotaciones con el nombre de Adán Augusto López Hernández entre paréntesis aparecen tal cual en ese informe
Y no sólo esto: en agosto de 2022, en el marco de la investigación sobre un líder huachicolero de Veracruz, llamado Gabriel Eduardo González Alejandro a quien la Sedena se refiere como Gabo-, el Cerfi Sureste interceptó una comunicación telefónica entre el delincuente y un tal «Victor».
El informe de inteligencia planteó que «Gabo explicó a Víctor (encargado de conseguir pipas) que seguirá cargando con Alberto, alias Hammer, por los contactos que tiene con la SEIDO, incluso establecieron comunicación con el exgobernador de Tabasco Adán Augusto López Hernández para informarle de los depósitos, mismo que lo denominó como tío, a lo que el exgobernador enfatizó que está a la orden y si los paraba GN, le hablaran directamente al comandante de la SEIDO al número que ya tenían».
La situación resulta surreal: al frente del CENFI, Luis Ruben Sandoval Medina ha recibido diversos reportes de inteligencia que señalan a Adán Augusto López Hernández como presunto cómplice de grupos delincuenciales en la región del Golfo. Al mismo tiempo, su padre, el general Sandoval, y Adán Augusto comparten asientos en el gabinete de López Obrador.
Se ignora si toda esa información recabada por el centro de inteligencia de la Sedena, se le ha presentado al presidente, y en su caso cuál ha sido su respuesta sobre el involucramiento de su titular de Segob.
(Con información de Proceso)