MORELOS (CONTRASTE POLÍTICO).-Tres María paso de ser un lugar familiar a una cantina pública, aún sitio donde se drogan, es un paradero para emborracharse hasta perder el juicio, los comerciantes viven amenazados por la delincuencia organizada, que pide y exige una cuota para dejarlos vender en total libertad, quienes se niegan son secuestrados o asesinados.
Así transcurren los días en este lugar turístico que se ubica a las afueras de la Ciudad de México y que es el paso obligatorio para los que acostumbran ir los fines de semana a Cuernavaca, en los últimos años el lugar ha sido escenario de riñas, balaceras e incluso hasta han habido emboscadas y muertes de funcionarios del gobierno.
Apenas en mayo de este año comerciantes de Tres Marías, en el municipio de Huitzilac, acusaron que elementos de la Guardia Nacional (GN) evitan actuar contra integrantes de los cuatro grupos de la delincuencia organizada que operan en esa zona de Morelos a pesar de que cuentan con denuncias y conocen la ubicación de casas de seguridad.
«Ellos (GN) saben perfectamente quiénes son los malandros, porque se les ha informado de los vehículos en los que se mueven y dónde atracan a la gente, de donde están las casas de seguridad, tienen esos reportes y no van contra estos delincuentes», se quejó el dueño de un negocio de antojitos.
«Definitivamente nos está afectando porque Tres Marías se está haciendo de mala fama por tanta delincuencia».
La Fiscalía de Morelos tiene ubicadas a las organizaciones «Los Netos«, «Los Panales», «La Familia Vara Dávila» y «Los Chuchas» como responsables de la ola de inseguridad y violencia en Tres Marías, paso obligado de los miles de turistas que circulan por carretera desde la Ciudad de México hacia Cuernavaca.
Dos de ellas supuestamente están ligadas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Familia Michoacana.
Los cuatro grupos criminales, establecen las indagatorias, cometen delitos como secuestro exprés, asalto a mano armada, extorsiones a comerciantes, despojo de tierras, tala clandestina y violación en Huitzilac, desde los límites con la Ciudad de México hasta la frontera con Cuernavaca o Lagunas de Zempoala.
La agresividad de estas bandas se recrudeció al grado de que sus miembros lanzan piedras a los parabrisas de los automovilistas para obligarlos a detenerse en la carretera.
El pasado domingo en un restaurante familiar donde había niños y hasta mujeres embarazadas, un grupo de personas protagonizaron una pelea al interior del establecimiento de Tres Marías, Morelos, sin que hasta el momento se reporten detenidos.
Algunos comensales estaban borrachos, comenzaron a insultarse de manera verbal y de forma posterior inició la agresión física, con sillas y con cascos se golpearon, la pelea duro hasta que se cansaron los malvivientes y nunca llegó la autoridad.
Tres María es una bomba de tiempo que tarde o temprano reventará y se llevará a inocentes que desconocen del problema y a quienes todavía tienen el valor de hacer una escala en esta cantina pública.