VILLAHERMOSA (CONTRASTE POLÍTICO).-En Tabasco, la educación dejó de ser un rubro administrativo para convertirse en un eje político. Ese fue el mensaje que la secretaria de Educación, Patricia Iparrea Sánchez, llevó a la LXV Legislatura durante su comparecencia por la Glosa del Primer Informe de Gobierno. Más que cifras, la funcionaria presentó una postura: la educación es la plataforma con la que el gobernador Javier May Rodríguez busca profundizar su proyecto de transformación en el estado.
Desde el arranque, Iparrea fue clara: el gobierno estatal asume la educación como un instrumento de igualdad, justicia social y movilidad, y no como un discurso aspiracional. En esa lógica —que replica la narrativa federal— la Nueva Escuela Mexicana no es una etiqueta, sino un modelo que apuntala el capital político del mandatario tabasqueño: inclusión, territorialidad y atención prioritaria a la población más vulnerable.
Un sistema educativo convertido en territorio político
La secretaria informó avances técnicos, sí, pero cada uno acompañó un mensaje político: el gobierno estatal está ordenando, ampliando y limpiando el sistema educativo.
Uno de los puntos que más resonó fue la sentencia: “se acabó la venta de plazas, ahora lo que cuenta es el mérito”. No se trata únicamente de transparencia administrativa; es un golpe frontal al viejo sistema clientelar que por décadas operó en Tabasco.
El anuncio llegó acompañado de cifras contundentes:
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214 docentes promovidos en eventos públicos y transparentes.
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716 vacantes asignadas en admisión.
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Procesos vigilados por todas las expresiones sindicales.
Con un solo movimiento, la SETAB logró tres efectos: mandar señales de control político, fortalecer la legitimidad del gobierno y desmontar prácticas que por años fueron capital de grupos internos.
El tablero de Javier May: expansión, inversión y presencia
Iparrea presentó además una estrategia de crecimiento territorial del sistema educativo que, políticamente, empuja la presencia del gobierno en zonas donde históricamente la desigualdad ha marcado brechas profundas:
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Reactivación de telesecundarias en Balancán.
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Creación del plantel 52 del Cobatab en Pomoca.
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Regularización de predios escolares para dar certeza jurídica a 77 escuelas.
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Inversión de más de 594 millones de pesos en infraestructura educativa.
La obra educativa —aulas, plazas cívicas, talleres, laboratorios, techumbres— tiene un componente visible: presencia del Estado en comunidades donde antes se avanzaba lento o no se avanzaba.
Educación digital y becas: capital social y político
La política educativa también avanzó en los terrenos que elevan el costo político de un gobierno: becas, estímulos y acceso tecnológico. Durante el primer año se entregaron:
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122 mil 438 tabletas a estudiantes de secundaria.
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3.2 millones de Libros de Texto Gratuitos.
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6 mil 94 becas para garantizar la permanencia de estudiantes en instituciones privadas.
Cada aparato, cada libro, cada beca, se convierte en un mensaje directo a las familias: la educación es prioridad presupuestal y política.
Resultados y contención social: el frente pedagógico
La Secretaría también reforzó áreas clave como actualización docente, educación especial, inglés, inclusión, alfabetización y programas de salud escolar.
Destacan:
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1,814 figuras educativas capacitadas.
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16 millones invertidos en Servicios de Educación Especial.
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Equipamiento multisensorial en CAM de Cunduacán y Emiliano Zapata.
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Reducción del rezago educativo: 7.3%.
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34 mil personas mayores atendidas en alfabetización.
Estos programas fortalecen la estabilidad escolar y, con ello, la estabilidad social, un elemento que el gobierno estatal coloca como base de su narrativa de “orden y transformación”.
El músculo juvenil y deportivo: símbolos de gestión
El informe educativo incluyó un apartado estratégico: deporte y juventud. Tabasco alcanzó:
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59 medallas en la Olimpiada CONADE 2025, su mejor resultado en 18 años.
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8 medallas en Paralimpiada Nacional.
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300 becas de 10 mil pesos mensuales a atletas destacados.
Son resultados útiles en términos políticos: consolidan imagen, generan identidad y proyectan eficacia.
Un cierre político: la educación como bandera
Al finalizar, Iparrea Sánchez subrayó que el avance educativo en Tabasco se sostiene en tres pilares: orden administrativo, inversión histórica y un enfoque social que no había logrado consolidarse en gobiernos anteriores.
El mensaje fue claro: en Tabasco, la educación no solo avanza; se convierte en la carta fuerte del proyecto político del gobernador Javier May Rodríguez, mientras Patricia Iparrea emerge como una figura clave en la ejecución técnica y estratégica del sector.
