(CONTRASTE POLÍTICO).- En Jalisco la lucha por la gubernatura ya quedó claro que es entre dos personajes, por un lado está el Doctor Carlos Lomelí Bolaños y por el otro extremo avanza Antonio Pérez Garibay, (Papá de Checo Pérez) la carrera ya es parejera y todo parece indicar que ganará el que esta avanzando y el que viene desde abajo y con trabajo.
Toño Pérez ya era popular pero desde su destape, su aspiración por ser gobernador de Jalisco ha recobrado fuerzas y lo ha colocado como el amplio favorito por ser un hombre cercano al pueblo que comprende las necesidades de los que menos tienen y por proponer un nuevo modelo de seguridad y económico que le devolverá la paz a los jaliscienses.

Toño Pérez se metió a la pelea y quiere ganar porque tiene una deuda con su pueblo, su historia de vida es motivo de inspiración, nació pobre se forjó en el trabajo y hoy los jaliscienses lo identifican como el bolerito que quiere ser gobernador en la tierra que lo vio nacer.
Cuando Toño Pérez se pasea en las calles, mercados y pueblos de Jalisco, siempre es bien recibido y es admirado por los jóvenes que desean seguir sus pasos, ven en él que los sueños pueden hacerse realidad siempre y cuando se trabaje con honestidad y no se descanse hasta lograrlos.
Hoy Toño Pérez tiene en la bolsa el respaldo ciudadano, se ganó a todos los sectores de la población, primero fueron los jóvenes, luego los campesinos y por último recibió el espaldarazo de los empresarios por considerarlo un cuadro diferente que mantiene ideales iguales al presidente Andrés Manuel López Obrador.

En Jalisco Morena va arriba en las encuesta, pero su buen ritmo se mantendrá si es Toño Pérez el candidato, de lo contrario volverán a poner en riesgo la elección y se irán otros seis años a la basura. El pueblo ya no aguanta más corrupción y más inseguridad, urge la llegada de la Cuarta Transformación de la mano del hombre que sabe sacarle brillo a la vida. Toño Pérez.







