VILLAHERMOSA (CONTRASTE POLÍTICO).-La falta de dinero ha provocado que cada vez los católicos consuman menos pescado durante la Semana Santa, fecha en la que se considera un pecado grave alimentarse con carnes rojas.
En un recorrido por el emblemático mercado público de Villahermosa José María Pino Suarez, se encontró que el kilo de mojarra se vende en 120 pesos la de primera calidad y la de segunda en 100 pesos el kilogramo.
Para quienes acostumbran a comprar mariscos ahora deben pagar por un kilo hasta 250 pesos, otros lo venden en 160 pesos pero es de menor calidad, el caracol y el pulpo se ofrece en 200 pesos, el ostión 160 pesos y el robalo 170 pesos el kilo afuera y dentro del mercado público.
“La verdad yo soy católico, pero ya no me esfuerzo por comer mariscos en estas fechas, todo esta caro y siempre optamos por comprar lo más económico y rendidor”, señaló Arturo Rodríguez Jiménez mientras compraba una pierna congelada de cerdo para hacerla en cochinita pibil en esta Semana Santa.
Locatarios del mercado, señalaron que sus ventas no han sido buenas como en años pasados donde se abarrotaban sus locales y tenían que ir en busca de pescado hasta Veracruz por la alta demanda que se tenía en tierras tabasqueñas.
Atribuyeron que por la falta de dinero, las tradiciones se perdieron y hoy no sólo se afectó la fe de las personas, sino también su economía que era altamente dependiente de las vacaciones de Semana Santa.







