CIUDAD DE MÉXICO (CONTRASTE POLÍTICO).- Los tabasqueños fueron quienes más dinero tuvieron que sacar de sus bolsillos en la compra de los diferentes productos para comer, en comparación con el resto de los mexicanos.
Los estados en donde más se encarecieron los alimentos fueron Tabasco (25.16%), Chihuahua (17.95%), Chiapas (11.22%), Yucatán (8.95%) y Michoacán (6.8%), dijo la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) en un comunicado este lunes.
Todos los productos siguen caros, pero los que más elevaron su precio fueron los chiles en escabeche (93.54%), el chile (84.36%), el tomate (59.85%), la harina de trigo (56.62%) y el limón (43.87%).
La inflación en mercancías alimenticias de comida empaquetada como refrescos, pan de caja, botanas, entre otras, sin incluir los perecederos, ligó 16 meses por encima del 10% anual, habiendo tocado su nivel más alto, 14.14%, en diciembre del 2022.
Los precios de los productos de la canasta básica en México afianzaron su tendencia al alza durante agosto, para alcanzar un promedio de 1,732.56 pesos en pequeños comercios.
La ANPEC señaló que esta inmersión de mercado es clave al establecer la sensación térmica previa a los gastos decembrinos de fin de año, donde dos cosas fundamentales ocurren:
Por una parte, señaló, se consume más de lo que se tiene con base a endeudamiento cuyo puerto final es la morosidad de pago y al mismo tiempo que las principales cadenas productivas actualizan sus precios para arrancar el año venidero, con incrementos que, adicionales a los que ya padecemos por la inflación.
“Este reporte que hacemos en la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) obedece al compromiso que se tiene de dar seguimiento al comportamiento de los precios de los alimentos esenciales en nuestro país a partir del flagelo que en más de 40 quincenas consecutivas los consumidores mexicanos hemos venido resintiendo y resistiendo: la inflación”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Las consecuencias sociales de la inflación que golpea con mayor fuerza a los más vulnerables son atroces, según la alianza:
Cuatro de cada diez mexicanos viven en la marginalidad y la pobreza, son insolventes para la compra de la canasta básica que demandan sus familias para su manutención y el derecho que todo ser humano tiene a una calidad de vida digna que garantice una alimentación que les nutra y les permita mantenerse en pie en condiciones productivas.
“En la temporada navideña se consume más de lo que se puede comprar, cayendo irremediablemente en la morosidad de pago. En esta misma época las principales cadenas productivas incrementan el precio de sus productos que, sumados a la escalada inflacionaria, detonan la otrora cuesta de enero, hoy convertida en una verdadera pendiente de largo plazo”, advirtió.