Gamaliel Sánchez Salinas
NACAJUCA (CONTRASTE POLÍTICO).—Don Paco Magaña es el fotógrafo oficial de Nacajuca. Todos los días, montado en «La poderosa«, su bicicleta, recorre las calles de ese municipio. «Soy de Jalpa, pero trabajo en Nacajuca, también trabajé en Macuspana, pero al final me quedé acá», dice.
Afirma que en las fiestas de ahora, la era digital, su trabajo ha mermado en un 60 por ciento. La gente toma sus fotos en el celular y ahí se quedan.
Sin embargo, doña Conchita Álvarez celebró sus 84 con una gran fiesta y solicitó sus servicios. «De que me sirve tomen mil fotos en los celulares, si luego no las veo», dice le comentó la festejada.
Cuenta que tiene un traje de Santa Claus precioso, pero que nadie quiere portarlo para sesiones de foto pese a que ofrece el pago por adelantado, les da vergüenza.
«Así era yo, pero un día tomé la vergüenza, la metí en una bolsa y la tiré en el carretón de la basura«, dice. Empero, Genaro, de Jalpa, un hombre blanco, gordo, de ojos verdes, su amigo, lo apoya poniéndose el traje y levantando buena piscacha, pero ahora no puede.
Don Paco asegura que honradez y respeto han sido la clave que le ha permitido salir adelante y le ha cosechado el cariño del pueblo de Nacajuca. «Yo visito mucho las escuelas, las maestras me dan trabajo y los niños cariño», asevera con sonrisa orgullosa.
Hace unos años Don Paco se enfermó y, aún con la sonda, tomaba «La poderosa» e iba a ofrecer sus servicios. En las escuelas las y los pequeños tenían gestos de ternura, padres, madres y docentes también le mostraban solidaridad.
«Muy bonito sentir eso, una señora vendedora de de panuchos, me vio y se acercó para darme 50 pesos. Se los doy de corazón, me dijo y de corazón se los recibí«, afirma el fotógrafo.
Pondera el valor de la amistad y se jacta de tener grandes amigos. Menciona al maestro Hilario quien en una crisis depresiva acudió a su auxilio. «Andaba yo muy mal, pensando en matarme y le hablé al maestro Hilario, en menos de 30 minutos ya estaba mi amigo y su esposa en mi casa».
Su amigo y la cónyuge de éste, refiere don Paco, lo asistieron y lo llevaron a distraerse. «Cuando te sientas así, no te quedes encerrado, es lo peor que puedes hacer, y llámame», le aconsejó su amigo.
Amante de la lectura de libros naturistas, el fotógrafo modo clásico, sigue al pie de la letra las indicaciones de estos. «Como mucho tomate, nuez, y mucho alimento natural y acá estoy a mis 71 años» dice presuntuoso y muestra el camote de su brazo.
Padre de 4 hijos, uno con síndrome de Down quien es su corazón, su vida. «Se le rompió su Lap, ya le dije que la mande a componer y que si ya no tiene remedio que le compro otra, que caramba. Si es mi corazón, es mi todo», dice enternecido y camina a «La poderosa», el día comienza y hay que chambear.
*La fotografía es una composición para ilustrar la publicación, no corresponde al personaje.