CIUDAD DE MÉXICO (CONTRASTE POLÍTICO).— A diario se incrementa la cifra de muertos por la explosión e incendio de la pipa de gas, por lo que este martes 16, siete días después del accidente, se elevó a 19 el número de fallecidos, entre ellos el chofer de la unidad siniestrada, quien sufrió quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo.
Aún permanecen hospitalizadas, 32 pacientes en estado de salud crítico y grave, quienes son atendidos en diversos nosocomios del Estado de México y de la Ciudad de México, tanto del IMSS, ISSTE, IMSS Bienestar y Central Militar.
También, se trasladó a la menor de dos años, Azulet, al Shriners Hospitals for Children, en Galveston, Texas, Estados Unidos, donde recibe atención médica de alta especialidad. La infante logró salvar su vida por su abuelita Alicia, quien a costa de su vida la protegió de las llamas lo más que pudo con su cuerpo.
El traslado se logró a través de la Fundación Michou y Mau. La Secretaría de Salud de la Ciudad de México dijo que continuaba trabajando conjuntamente para lograr el traslado de más menores al Shriners Hospitals for Children, con apoyo de la Fundación mexicana.
Aún hay hospitalizados en la Ciudad de México, dos menores de 1.5 y 2 años de edad, lesionados por quemaduras, asi como tres adolescentes.
Del grupo de 19 fallecidos, dos eran mujeres y el resto masculinos, entre ellos el chofer de la pipa siniestrada, Fernando Soto Munguía, 34 años, quien fue hospitalizado en estado crítico y era atendido en el Hospital Mgdalena de los Salinas.
El pasado miércoles 10 de septiembre, a las 14.25 horas, una pipa de gas volcó exactamente al descender a exceso de velocidad del paso elevado del Puente La Concordia, se desprendió una tapa de la unidad, una nube de gas se expandió y luego estalló en llamas al contacto de un punto de ignición, al parecer proveniente de un vehículo que pasó entre el combustible.
La fuga y posterior mortal llamarada alcanzó 32 vehículos en el Distribuidor Vial La Concordia, localizado donde concluye la Calzada Ignacio Zaragoza de la CDMX e inicia la autopista México—Puebla, alcaldía Iztapalapa, en el límite con el Estado de México.
A los deudos de los 19 fallecidos aún no son indemnizados por la empresa propietaria de la pipa de gas, así como tampoco se cubren los gastos de hospitalización y funerarios, que deberían estar cubiertos por el seguro de la gasera. La empresa no ha erogado todos esos gastos que le corresponden, pues la atención se realiza en hospitales públicos, pero que deberían ser atendidos en nosocomios privados.