María Magdalena Herrera Reyes: Caminante, mujer, madre, actriz de teatro, poeta, su ombligo quedó enterrado en Huehuetenango, Guatemala, reside en Los Ángeles, California, estudió en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, de la Universidad de San Carlos de Guatemala, trabajó en el área de derechos humanos y derechos de los pueblos indígenas. Amante de las artes, la política y la palabra.
La lectura llegó a su vida a temprana edad, ganadora de concursos de declamación en su escuela.
Su primer poema publicado en una recopilación colectiva llamada Poemas de pandemia, de Testigo Ediciones por iniciativa del canal de Letras en directo. Sus poemas han sido publicados en dos antologías; una de un fanzine del Centro Cultural de México en Santa Ana California llamado “Voces de mujeres”, otra llamada “A la mujer que escribe” de Anaquel Literario de mujeres poetas y en revistas electrónicas como Oxímoron, Anaquel Literario y Gaceta. Actualmente trabaja en un poemario. Fue miembro activo del grupo de teatro “Güizaches con paz para tú mátate” y de otros colectivos artísticos y políticos. Tiene un monólogo que está esperando la oportunidad para salir. Ha hecho lecturas de poesía en espacios impulsados desde Guatemala, México, Estados Unidos y España.
“Las letras me ayudan a ordenar las ideas en mi cabeza”.
CAFÉ
Soy hija del café
vengo de la tierra del café
tengo el aroma al café
soy mujer
con tonos dulces y amargos como el café
deliciosa mujer del café
esa esencia, mi esencia.
La misma esencia
que puede provocarte un éxtasis
tan liviano o tan fuerte
como el cuarteo del agua hirviendo
o de la temperatura de tu leche
puedo sumergirme dentro y fuera de tu recipiente
hay café
café de altura
mi ombligo germinó en una drupa de café
mi ombligo llegó a ser un piloncito hermoso verde de café
llegó a ser una hermosa planta madura
un árbol grande y frondoso de café
con uvas verdes y rojas
tan dulces, tan deliciosas
me cortaron las manos más trabajadoras
me juntaron me limpiaron
me secaron
viví por días en un patio bajo el sol
viendo jugar pelota a los niños
llegue a ser café oro
llegue a ser bagazo
quizá ya me tomaste unas nueve o cien veces
o quizá ya me acabaste en una taza
o me herviste en una jarrilla
quien quita que termine haciéndote compañía
te calenté en una hermosa madrugada
te di amor en un funeral
estuve ahí siempre
hay que rico café…
La ironía
es ser heredera del café
que le tocó ser una inmigrante
Y morir en una taza de Nescafé.