Franja Sur
*RENÉ ALBERTO LÓPEZ*
26-05-2023
*El Adancismo, sin liderazgo en Tabasco*
Los políticos tabasqueños ganadores del proceso electoral de 2018, catapultados por el efecto “López Obrador”, se han colgado en el pecho como un escapulario la creencia de que cualquiera puede ganar una elección en Tabasco por el solo hecho de ser postulado por las siglas de Morena.
Los conocedores del oficio político saben mejor que nadie como se mueven las aguas en los procesos electorales y de ahí parte el buen conocimiento para entender que cada elección constitucional trae sus grados de dificultad.
Si bien es cierto que, por ejemplo, Adán Augusto ganó con la mano en la cintura el gobierno de Tabasco, saltan en el análisis sobre ese proceso varios factores que lo llevaron a posicionarse, no es fallido decir que el principal a su favor fue el liderazgo, la popularidad del presidente López Obrador.
A cinco años de esa epopeya electoral con 30 millones de votos en la canasta de Morena a nivel nacional, las cosas han dado un giro espectacular, pues hoy el presidente trae en sus alforjas el 60 por ciento de aprobación, todavía aceptable para un presidente en su quinto año, pero significativamente bajo si se compara al año en que ganó la presidencia.
En Tabasco la situación es desgarradora para este grupo. Estudios endoscópicos serios revelan que el gobierno estatal trae 64 por ciento de rechazo y el aspirante presidencial Adán Augusto un 19 por ciento en su tierra natal. Por el contrario la marca Morena se ubica cerca del 70 por ciento de aceptación. Ojo con estos datos.
La situación es para preocupar al mejor de los operadores políticos pues no hay cuadro en el adancismo que pueda revertir esta tendencia desfavorable.
Adán Augusto ya perdió la plaza y, lo único que podría salvar “su poder” en Tabasco sería asirse en próximas semanas de la candidatura presidencial, aunque ello se ve como si creyéramos que México será campeón del mundo en el próximo mundial a realizarse de manera parcial en este país. Algo posible, pero muy imposible.
A pesar de este panorama devastador para el adancismo, los que no conocen el obradorismo de raíz, son de la idea de que, al no ganar don Adán la candidatura, el hoy secretario de Gobernación tendrá mano para plantar al próximo candidato de Morena al gobierno de Tabasco, una verdadera quimera.
Sería, pues, recomendable quemarse un poco más el pensamiento y analizar de manera serena, el porqué de la caída de don Adán Augusto en su tierra. Hay muchos factores y uno de ellos es la larga lista de promesas en campaña que no cumplió. Solo para refrescar la memoria, unos cuantos botones:
1.- Dijo que reconciliaría Tabasco. 2.- Prometió un «Banco Rosa» para darle créditos a las mujeres, con parte del presupuesto del Congreso del estado. 3.- Dijo que en su gobierno se construirían 40 mil viviendas. 4.- Se comprometió en gira por Cárdenas a concluir en diciembre de 2021 el Hospital Regional de Especialidades, sigue en obra negra en esa cabecera municipal. 5.- Se hizo el compromiso de rehabilitar todos los caminos del Plan Chontalpa.
Otras acciones de Adán Augusto en Tabasco que lo han arrastrado a desfondarse en su tierra fueron sus dichosas reformas, que lo marcaron, cuya iniciativa llevaron a la creación de las popularmente conocidas: “Ley garrote”, “ley dedazo”, y “ley compadre”. Y, si algún agudo lector sigue buscando encontrará otras decisiones consideradas como “alta traición” por el pueblo que creyó en un cambio, pero jamás imaginaron que en el gobierno de Adán, volvería al poder el viejo PRI.
Sin embargo, “el golpe traidor” al electorado que votó en el 2018 por el hoy gobernador con licencia, el más contundente que hizo rabiar a no pocos morenistas, fue su acción de cundir el gobierno de Tabasco con militantes del viejo y podrido PRI.
Así, llevó a los cargos a Carlos Merino, hoy gobernador interino; a su amigo Enrique Priego Oropeza, al Tribunal Superior de Justicia; a Jaime Lastra Bastar, presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados; lo mismo a Emilio Contreras, diputado local. Otro escándalo en los círculos políticos fue instalar como titular de la Secretaría para el Desarrollo Energético a José Antonio de la Vega Asmitia, quien venía del aborrecido gobierno de Arturo Núñez Jiménez.
Igual sentó en la secretaría de Movilidad a Narciso Tomás Oropeza Andrade, y llevó a la secretaría de Gobernación a Nicolas Bellizia, ex diputado local del PRI e impuso en la rectoría de la UJAT a Guillermo Narváez Osorio, a quien ya le llaman en la universidad “El yucateco”, porque sueña con irse a vivir a Mérida y en corto dice que detesta vivir en Villahermosa.
Y, aún hay más, la lista es larga pues las alcaldías están abarrotadas de expriístas. Esta situación se dio después del proceso electoral de 2018, cuando don Adán ya tenía la gubernatura en la bolsa.
Lo peor para su grupo es que los tabasqueños ya tienen claro: el viejo PRI encubierto asaltó Morena, y, a ello se debe la caída de Adán Augusto en las encuestas con un penosos 19 por ciento en su tierra y Claudia Sheinbaum trae el 52 por ciento.
Y bien, de todos los mencionados, quién puede ir a dar la cara por el adancismo, con éxito, en colonias, comunidades, barrios y ejidos de los 17 municipios, sin llevar despensas, regalos y sin andar regalando medicinas, para atraer a la gente como la miel a las moscas. Simple, no hay liderazgo.
Así las cosas, la gente avispada de Tabasco, en las poblaciones del estado, piensan distinto a los ex priistas que se quedaron en el pasado y creen que con el secretario de Gobernación en Tabasco, una vez derrotado en la contienda presidencial, y el apoyo de la “notariocracia” volverán a usurpar el poder del gobierno estatal.
No quieren entender o no quieren ver que el adancismo va camino al vacío. Ya se les acabó. La verdad, la verdad, a ras de suelo, todo lo que huela a Adán Augusto es rechazado, repudiado, por la alta traición a los tabasqueños. Al tiempo. (¿Es necesario explicar la foto de esta columna?).
Ahí se las dejo.