
Elegía perpetua
He bebido la muerte en tu espalda
Salvador Dalí
I
Embrujo de las rocas:
nubes y cuchillos
agua profunda.
En un ojo de la luna
balsas perdidas.
El piano de Satie.
II
Roca de sal blanda
que no resiste tu avance.
Muro blanco.
Una máscara, distancia
rumor de cristales.
Orquestación de Wagner.
III
Cuerpo que se rompe.
Moscas.
Tu nuca.
Detrás mi sombra
detrás siempre
incapaz de verte a los ojos.
El misterio del Cabo de Creus.
IV
Una rama
un brazo
una muleta
el torso.
Sangre que hierve y no brota.
San Sebastián y sus saetas.
V
Una cabeza
siempre una cabeza
herida
acostada
acunada en las olas
sola y conmigo.
Federiquito.
VI
Tu espera;
mi ineficaz razonamiento
huye a su naturaleza.
Mi mano se tiende
y no toca.
La Residencia.
VII
Cenizas,
juego de muerte
enigma.
Un miembro tuyo
en cada cuadro:
aniquilarte y poseerte.
Cadaqués, su arena.
VIII
El abrazo, el coche, el camino
las cartas.
El océano, la ciudad, la musa.
Tu piano y mi lienzo.
Sombra como eco.
El jazz de Manhattan.
IX
Tu verdadera muerte
anticipada, segadora
parricida;
yo hijo
ya de nadie.
Granada.
X
Tu cuerpo perdido
marea sin viento,
sangre de ola,
retazos
en óleo alucinado.
Aynadamar.
XI
Gris y verde
espectro
en noches de luna.
Tu boca tan cerca,
tus ojos de sombra
en la sombra.
Encierro en Portlligat.
XII
Penitente yo,
sin cuerpo,
errante.
Pura baba
sin materia.
Aullido de ojo intacto.
El castillo de Púbol.
XIII
Yo muerto en la torre
sin aire ya y sin tiempo;
solo sombra.
Tu sombra,
tu nombre,
embrujo de las rocas:
*Foto de portada de Alejandro Breck