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La desigualdad y Estado de Bienestar: Rodolfo Lara Lagunas

Desigualdad
La desigualdad y Estado de Bienestar

Rodolfo Lara Lagunas/CONTRASTE POLÍTICO

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El presidente que vendió los ferrocarriles nacionales a los norteamericanos y que al dejar el cargo le dieron chamba como empleado en una de las empresas ferrocarrileras, en marzo de este año dio una conferencia en Miami sobre la situación política de América Latina. Y para sorpresa de todos descubrió el hilo negro: “La enfermedad (dijo el autor del FOBAPROA sin morderse la lengua) de pobreza y desigualdad persisten en América Latina”.
Ni su tutor y padrino Salinas se aguantó la carcajada. Vayan ni los priistas, compañeros de partido, han salido a adherirse a tamaño descubrimiento. Seguramente sus patrones gringos con esta perorata le van a aumentar el sueldo, ya que un presidente “populista” les quitó las pensiones millonarias que recibían, después de robarse la partida secreta y entregar nuestras riquezas a sus amos extranjeros.
Pero si la broma no fuera macabra, por sus consecuencias, resulta que a juicio de este Doctor en economía, los culpables de esta terrible enfermedad, peor que el Covid, son los gobiernos populistas, quienes además, están destruyendo la democracia. ¡Ole por Zedillo! ¿Será que alguna vez abandonará Gringolandia para atreverse a caminar con dignidad por las calles de la ciudad de México?
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La pobreza y desigualdad, como todos saben, menos el expresidente, lleva milenios en todo el mundo. Y no es una enfermedad sino un resultado de los abusos de las élites que al defender sus privilegios, aplastan y hunden en la miseria a la mayoría de la población.
¿Cómo se hicieron ricos los españoles que llegaron con el sanguinario Hernán Cortés? Despojando a los indígenas de sus mejores tierras, de sus bosques y de sus minas; obligándolos mediante la esclavitud a trabajarles los bienes robados. Y para imponer la esclavitud y el sistema racial de castas alimentaron a sus perros con carne indígena, los quemaron vivos en las plazas públicas, les arrebataron sus mujeres y destruyeron sus pueblos, sus monumentos y códices.
Y ¿Cómo surgieron los menos de mil hacendados que durante el porfiriato se apoderaron de las tierras de los pueblos y comunidades? Usando métodos semejantes. Por eso surgieron las tres transformaciones, la Independencia, la Reforma y la Revolución. En cada una de ellas se cancelaron determinados privilegios surgiendo la república, la soberanía nacional, la abolición de la esclavitud, los derechos del hombre y del ciudadano y finalmente los derechos sociales.

Pero las oligarquías son como el monstruo mítico de las mil cabezas, se les corta una y les quedan otras, o nacen nuevas. En los tiempos neoliberales, gracias a la venta, una verdadera ganga, de las empresas públicas y a la corrupción, las riquezas nacionales pasaron a manos de menos de treinta empresarios. Y estos son, junto con el enorme poder de las trasnacionales, quienes concentraron en sus manos la riqueza del país. En esta tarea Salinas, Zadillo y demás fauna prianista participaron para despojar al pueblo de México. Hoy ponen piedras en el camino a un gobierno que está haciendo lo necesario para disminuir la monstruosa desigualdad social.
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Ya en enero de 2017 la organización Oxfam, cuya sede está en Londres, informaba que a nivel mundial 8 personas (6 norteamericanos, 1 español y 1 mexicano) poseían en riqueza lo mismo que 3,500 millones de terrícolas; esto es, menos de 10 individuos poseían lo mismo que la mitad de habitantes del planeta tierra. ¡Nada menos!
El fenómeno, según esta organización, se repetía en nuestro país: 4 personas tenían una riqueza semejante a la que poseían 60 millones de pobres, ¡ la mitad de la población! Y que conste, algo que ignora Zedillo, esto sucedía en la época en que un miembro de su partido (Enrique Peña) seguía aplicando las recetas neoliberales, en las que es experto y difusor. El extremo: los millonarios ganaban diariamente 84 mil pesos, mientras los más pobres vivían con 21 pesos diarios. ¡El paraíso neoliberal!.¿Dónde estaban los artistas e intelectuales que nunca abrieron la boca para por lo menos sorprenderse y ya no hacer campaña como hoy lo hacen contra el Tren Maya?
El más reciente informe sobre la desigualdad y en el que participaron más de cien especialistas de todo el mundo y que fue publicado por la ONU el 7 de diciembre de 2021 confirman la tendencia mundial sobre la enorme concentración de la riqueza en unos cuantos en los últimos cuarenta años; eto es, durante el neoliberalismo.
En este Reporte Mundial sobre la Desigualdad se nos informa que en nuestro país el 78.7 de la riqueza está en manos del 10 por ciento de la población, mientras que el 46.9 de la población controla apenas el ¡uno por ciento de la riqueza! ¿Cómo no van a extrañar los millonarios esos tiempos de saqueo y corrupción que les permitió ingresar a la revista Forbes y codearse con los millonarios del primer mundo?
Hoy, están llorando porque tienen que pagar impuestos; ya no se los condonan y se está atacando en serio la corrupción, en la que son expertos. Y la culpa es ¡del populismo! Y por eso mandan a sus perritos falderos a Estados Unidos y a Europa para que vengan a defender los intereses de las trasnacionales y de las limosnas que reciben. Pero la Cuarta Transformación va, cuenta con el pueblo que se está beneficiando con los Programas Sociales y el patriotismo y valentía de su dirigente, Andrés Manuel López Obrador, presidente- este sí-de la República Mexicana.

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Pero ¿cómo acabar con el deseo brutal de enriquecerse? ¿cómo destruir la sed por el dinero? Si esto termina, acaba la explotación, los privilegios, la discriminación de raza, de clase, de género y la desigualdad. ¿Es posible? ¿Hay alternativa? ¿Cómo combatir el afán de lucro, el deseo de poseer dinero? En la sociedad capitalista actual la ambición por la riqueza, por la posesión de bienes se ha convertido en la norma de vida de millones de ciudadanos, prácticamente de la mayoría. Por eso el llamado a la austeridad del presidente de la república no encuentra eco entre funcionarios que forman parte de los gobiernos municipales, estatales y federales de la Cuarta Transformación.
El exceso de bienes se presume, el consumo de prendas de vestir de marca entre los jóvenes clasemedieros y alta se ostenta. Y es que hasta los más pobres anhelan sacarse la lotería para ingresar al club de los millonetas, de los chingones. Y es que en un sistema basado en la competencia para la adquisición de fortunas todo cuesta, todo se vende. Sin dinero ¿Qué se adquiere? ¿Cómo mitigar el hambre, curarse y adquirir las medicinas, además de pagar los servicios médicos, sin dinero?
¿Existe un modelo alternativo respecto al sistema capitalista depredador actual? .¿Otro mundo es posible? Sí, se llama Estado de Bienestar. Teóricamente nació en los debates que se dieron entre los socialistas y comunistas a fines del siglo 19 y principios del 20. La división creó el sistema socialista que finalmente colapsó con el derrumbe de la URSS y la caída del muro de Berlín y el modelo de Estado de Bienestar en Alemania, Suecia, Finlandia, principalmente. Y aunque este modelo no destruye las bases capitalistas, pone al Estado al servicio de los ciudadanos que menos tienen.
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¿Cómo el Estado puede ir minando la pobreza y la sed por acumular dinero? Si el Estado garantiza desde la cuna hasta el sepulcro la satisfacción de las necesidades fundamentales, básicas, de los seres humanos ¿ para qué meter zancadillas a nuestros hermanos y aprovecharse de sus debilidades para acumular dinero?
Un Estado que le otorga trabajo, y si no tiene, le apoya con el seguro al desempleo; que alimenta a sus hijos en las escuelas, desde el jardín de niños hasta la universidad, gratuitamente; que le garantiza atención médica, hospitalización y medicinas gratuitas a quienes se enferman y, finalmente, al llegar a la tercera edad lo jubila o lo apoya para que pase sus últimos años viviendo con dignidad ¿para qué vivir pensando en chingar a los demás y hacerse rico a costa de ellos?
Se nos dirá ¿y de dónde va a sacar dinero el Estado para otorgar todos estos servicios? ¡De los impuestos y de los recursos estratégicos administrados por el propio Estado! Se requiere que el Estado administre la banca, el petróleo, la electricidad, el agua, las minas y todos los recursos naturales que en manos de las empresas trasnacionales sólo enriquecen a una minoría corrupta y transa. Por ello se requiere, como lo está haciendo nuestro presidente, Amlo, combatir por todos los medios la corrupción. ¿Qué es preferible? ¿Qué las millonarias ganancias que se obtienen con la explotación de nuestras riquezas, como el petróleo, se las lleven los extranjeros en complicidad con la élite traidora mexicana o, que éstas sirvan al pueblo? Todavía más: nuestros recursos y nuestros impuestos (que la mayoría los paga el pueblo) ¿A quién deben servir? ¿A los ancianos, madres solteras, ciudadanos discapacitados, estudiantes o, para llenar los bolsillos de los corruptos?

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Se afirmó líneas atrás que la intervención del Estado en la economía y en la protección de los ciudadanos se encuentra desde hace décadas en varios países europeos, pero también esta opción tiene raíces mexicanas.
Durante la Revolución Mexicana, y en plena lucha popular, los campesinos zapatistas al huir los hacendados se apoderaron de los ingenios azucareros, los pusieron a trabajar, corriendo la administración a cuenta de ellos. Las utilidades obtenidas servían a la causa revolucionaria de la peonada. Y esto no es cualquier cosa, si recordamos que en pleno porfiriato únicamente la producción de azúcar del estado de Morelos colocó a nuestro país como el segundo lugar mundial de esa época. Así que los recursos administrados por los zapatistas no eran cualquier cosa.
Al triunfo de la Revolución Mexicana y en la etapa cardenista al expropiarse la industria petrolera se crea Pemex y la Comisión Federal de Electricidad como empresas del estado. La multiplicación de empresas estatales continuó en los gobiernos priistas, pero como la corrupción surgió entre los dirigentes políticos, estas empresas sirvieron como barril sin fondo para la rapiña priista. La privatización, que se inició en alta con Carlos Salinas De Gortari incrementó la corrupción como jamás se había dado en toda la historia nacional. Banca, Teléfonos de México, Aeropuertos, Carreteras, Ingenios, Ferrocarriles Nacionales, etcétera se regalaron mediante mutua corrupción (entre funcionarios y empresarios), privatizando así las riquezas que son de la nación.
Por eso el combate a la corrupción debe ir paralelo a la administración de los recursos por parte del Estado. De no hacerlo sería repetir la corrupción prianista que dejó al país en ruinas y con una monstruosa desigualdad económica y una insultante minoría millonaria.
A la experiencia revolucionaria de nuestro país no hay que olvidar que desde la independencia el cura Morelos formuló el sueño de la igualdad de todos los mexicanos, la utopía mexicana. Tras ella andamos. Por eso este diez de abril vota para que siga la 4a. Transformación. ¡Que siga la democracia! ¡Que siga AMLO en la presidencia de la república!

 

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