ELECTORAL

Civilidad y elecciones

Didier García Avendaño/Contraste Político

Este lunes 7 de junio, millones de mexicanos habrán amanecido desvelados, porque la ciudadanía tiene un gran interés en los procesos de renovación periódica de representantes populares y autoridades cívicas. Es loable y motivo de celebración la enjundia que se demostró ayer por la noche y hasta altas horas de la madrugada en las diferentes redes y manifestaciones públicas. Eso son y deben seguir siendo nuestras elecciones: una fiesta cívica.

Tenemos en México un sistema político democrático e instituciones políticas y electorales sólidas, fortalecidas por la colaboración de ciudadanas y ciudadanos. Pero también por el esfuerzo gubernamental por respetar los límites y velar por el orden social. Hago hincapié en el término que uso: «esfuerzo gubernamental», en alusión de que ya habrá tiempo para hacer balances.

Merecen un amplio reconocimiento las ciudadanas y ciudadanos, jóvenes y adultos, vecinos y parientes, que decidieron participar de manera activa y lícita en las diferentes formas que se vinculan a los tres procesos electorales en curso, a saber:

-Votantes

-Funcionarias/os de casilla

-Observadores electorales

-Representantes de partidos en casillas

-Personal temporal y permanente de los organismos organizadores de las elecciones

-Consejeros ciudadanos y vocales de las Juntas Distritales

Desde luego, de manera especial y respetuosa a todas las mujeres y hombres que se postularon a los diferentes puestos a las Legislaturas federal y local y cabildos; además de la gubernatura en algunos estados de la República. Sin olvidar, a las autoridades electorales que en este momento y en las próximas semanas seguirán dando curso a los procesos electorales  hasta su conclusión en el ámbito de su jurisdicción; así como a los diferentes partidos integrados también por ciudadanos, pues, independientemente de sus tendencias también construyen y forman parte de la democracia.

Merecen también ser incluidoss todas las personas y medios que participaron desde otras trincheras generadoras de noticias y opinión a través de diferentes plataformas, hoy bastante diversas y libres.

Es natural y gozoso que se celebren los triunfos, se reconozcan los resultados no favorables y se diriman con apego a derecho las controversias. Es preciso recordar tres principios fundamentales de la democracia: soberanía, mayoría relativa y defensa de las minorías. En la historia reciente, se registran casos de tendencias minoritarias que han logrado, a través del tiempo, convertirse en mayoría, en México y en muchas otras naciones.

Ya habrá tiempo de analizar con calma el comportamiento del voto ciudadano y el desarrollo de estos  comicios intermedios. Por ahora, puede decirse que, a diferencia de los comicios intermedios del 2015, hubo más participación del electorado. El PREP y PREPET dan, hasta el momento, una tendencia del 51 a 52 por ciento de la lista nominal. El  abstencionismo suele crecer en las intermedias; en las sexenales se reduce; por ejemplo, las del 2018 siguen marcando récord de participación.

Concluyo y quiero invitarte, amable lector, desde donde te encuentres, a un minuto de silencio por las víctimas de la violencia asociada a las elecciones. Es cuanto.

 

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